TALLERES DE BALLESTEROS, ALGUNA TARDE DEL ´46 O DEL ´47
Hace unos días me llegó al teléfono, como franqueada desde algún correo del olvido, una vieja foto de Talleres. No necesité mirarla demasiado para entender que era una de las primeras. Hubo dos datos que me llevaron a esa conclusión: el primero fue la imagen del doctor Juan Bautista Lafourcade entre los jugadores; el segundo, el diseño de las camisetas.
Vestido de riguroso negro y en misión de delegado, Lafourcade fue el primer secretario de Talleres y uno de los socios fundadores del club aquel 19 de abril de 1945. Antes, había sido intendente (1936-1940) coincidiendo con la gobernación de Sabattini. Su gestión fue (y acaso sigue siendo) la más importante en la historia de Ballesteros. Y es que en apenas cuatro años, no sólo encuadró las calles con cordones y calzadas sino que puso el primer servicio de regador, perimetró el predio del ferrocarril, abrió la avenida San Martín y colocó los cimientos de la nueva iglesia. Pero también atendió gratis desde su consultorio, a la gente con menos recursos del pueblo, fundando la incipiente clínica. Finalmente y a modo de testamento, dejó la obra por la cual aún se lo recuerda: el trazado del Boulevard Roque Sáenz Peña y sus canteros con estatuas y copas, a imagen y semejanza de Versalles. Fue su modo de dotar de arte y belleza una localidad perdida del sudeste, homenajeando la patria de sus abuelos.
En cuanto a las camisetas, aquella formación respetaba el escudo primordial del club: la bandera argentina vertical. Esto me hizo pensar que la foto sería del año ´45 pero no fue así. Y es que, esa misma tarde Juan Pablo Magnín, historiador del club y encargado de seguir las campañas de Talleres desde los ´90, me contó la historia.
“La primera camiseta de Talleres fue celeste, como la de Belgrano. Y con ese color jugó durante todo el primer año. La que vos me mandaste, vino un tiempo después. Así que esa foto debe ser del ´46 o ´47; pero no mucho más allá”.
Le pregunto a Juan Pablo si conoce a los jugadores de la foto y me dice que no, pero que intentará averiguar cotejándola con otras formaciones antiguas. Yo, más por el ADN de mi pueblo que por conocimiento archivístico, me atrevería a afirmar que el tercer jugador parado al lado de Lafourcade es “Municaco” Rodríguez, papá del “Mache” y abuelo de “Tin” (ex delantero y actual “enganche”), y quien tiene la pelota es “Putino” González (papá del “Quico”, del “Bicha” y del “Chipaca”, tres leyendas albiazules). También es posible que entre los “players” del pasado se cuenten la “Pantera” Muñoz (abuelo o tío-abuelo del “Genco” y el Estéban), algún Moré y acaso también “Lencho” Bustos; pero no estoy seguro. De momento, es todo lo que puedo conjeturar mientras aquellos jugadores me sonríen, desde viejas canchas de la memoria.
Sin embargo, lo más importante de esta foto es que no vino de ningún buzón del olvido, sino que quien me la envió fue Enrique Guerrero, sobrino del doctor Laforucade e hijo de Nieve Guerrero, uno de los fundadores del club.
Radicado en Río Cuarto tras abandonar Ballesteros y luego Guatimozin, Enrique nació el mismo año que el club. Su mamá, Vicenta Hernández, era hermana melliza de Flora Hernández (1921-2014), la mujer que cuidó del doctor Lafourcade hasta su muerte en 1973. Lafourcade había nacido en Devoto, Provincia de Córdoba, en 1893. Y tras recibirse de médico, se había radicado en Ballesteros.
Le pregunto a Enrique si no me puede mandar esa foto en mejor calidad, ya que se trata de una joya absoluta no sólo para la historia del club sino también para la del pueblo. Pero me dice que lamentablemente no la tiene, que la foto pertenece a su hermano Antonio (“Maderita”) que vive en Venado Tuerto y que un día se la mandó por celular; pero que intentará conseguírmela de todos modos. Se la encargo una vez más. Y es que, durante el armado del libro que pude publicar en 2021 (“Ballesterenses/ Crónicas de un pueblo a orillas del Pozanjón”) siempre choqué con la misma dificultad: la de conseguir imágenes. Sencillamente, las fotos del pasado habían desaparecido.
“Estaban ahí hasta no hacía mucho”, me decían. Pero lo cierto es que se las había tragado la tierra o el olvido.
Por esa razón es que quise socializar esta imagen. Porque a pesar de su baja calidad en “pixels”, soy consciente de su altísimo valor documental. Y tengo miedo, una vez más, que se pierda; que alguien me diga un día “estaba ahí pero se la tragó la tierra”.
Pero también, y sobre todo, la quiero publicar como agradecimiento brutal a don Enrique, quien una tarde de marzo se acordó de mí y me mandó esa imagen maravillosa.
“Hola, Iván… Esta la tenés?” me había escrito.
Ahora sí que la tengo, Enrique… Y gracias a vos pude estar un rato en aquel partido del ´46 o del ´47; como cuando de chico me subía al cartel para mirar esos partidos que ahora son el pasado; esos clásicos del ´80 donde Talleres estaba formado por muchos hijos de esos jugadores en blanco y negro; esos que luego serían papás de los jugadores del presentes y que hoy posan ante los celulares con la misma sonrisa de hace ochenta años, para ser memoria y nunca olvido.
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POSDATA
Gracias a la ayuda invalorable de Walter "Mache" Rodríguez, Néstor Rodríguez, Miguel Ángel Cavallo, Cristina López y Gerardo "Pirucho" Rodríguez, pude reconstruir casi todo el plante de la foto. Helos aquí:
PARADOS: "Tata" Díaz, arquero; Muñoz?; Anastacio Ricardo "Municaco" Rodríguez; doctor Juan Bautista Lafourcade, delegado; "Sito" Martellono Tosello y el "Negro" Nieto (jugador de Ballesteros Sud).
AGACHADOS: Hipólito Francisco "Cebolla" Rodríguez, Víctor López (con boina), Reimundo "Mundo" Rodríguez (con la pelota), el "Zurdo" Carlomagno y Cardeña?.
Vale decir que hay tres hermanos Rodríguez titulares en el mismo equipo.
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